Tarde de escuela [Samanta Jhonson]

Era un día tranquilo en mi vieja casa, desperté con tranquilidad de mi cama y me hice un pequeño desayuno. Ese día tenía que ir al instituto, tenía que ayudar en unas cosas al director que me había pedido. No era nada de estudios y eso, me había pedido si no le podía arreglar algo de su auto que lo tenía ya hace un día parado en el aparcadero del instituto…Como nunca le podía decir que no a nadie acepte y esa misma mañana arranque a la escuela.

Tome una de mis motos del garaje y arranque hacia el pueblo. En ese momento llevaba una chaqueta de jean oscura, una camisa negra, jean también de tonos negros y unos zapatos un tanto metaleros. Por supuesto que en ese momento llevaba un casco, y como me encantaba el negro y vestir de negro, el casco era de color negro.

Al llegar a la escuela lo puse en el aparcadero a la moto y deje mi casco en el manubrio. Baje y empecé a caminar hacia adentro del instituto. Muchos y muchas me miraban, seguramente porque todos pensaban que era raro o algo así…No me gritaban nada ni me decían nada solo porque trabajaba ahí y el director los podía expulsar. En un momento llegue a la sala del director, me explico lo que pasaba y con una cara de pesadez me dirigí con él hacia donde estaba el auto.

Lo primero que hice, como estúpido, fue abrir el capot y revisar que todo esté bien, no había ningún problema en el motor ni nada por el estilo. Bufe y recordé algo, “A veces la respuesta más simple casi siempre es la correcta”. Pensando en eso me acerque al tanque de combustible, abrí la tapa, eh introduje un pequeño tubo…Cuando lo saque pude ver que apenas tenía combustible. Levante una ceja y mira al director con cara de “que idiota eres”. –Aquí está el problema- Murmure, me acerque al capot y baje la tapa, le di el tubo al director y me retire hacia adentro del instituto…No sabía porque ahí, pero no tenía nada mejor que hacer eh ir a leer un poco en la biblioteca era algo tentador.

Al entrar a los pasillos sonó el timbre para que salieran al recreo. De un momento al otro los pasillos se llenaron de adolescente, de miradas discriminadoras…De esas miradas que con solo sentirlas, escuchas un “raro” entre ecos. Puse mis manos en los bolsillos y baje la mirada, no me molestaban esas miradas…Bueno, sí, pero no mucho… Pero mientras seguía caminando llegue a levantar la mirada justo cuando una chica estaba en frente mío, una bella chica de cabellos rojos un tanto naranja o amarillos, en cuando la choque como reacción estire mi brazo hacia el de ella para que no callera, solo para tomarla y enseguida dije. -Discúlpame, iba distraído- Dije simplemente, no era de esos que hablaban mucho.

Note que la chica se había sonrojado, tal vez por la escena que se había planteado. Era un poco raro ver ese tipo de cosas en los pasillos de la escuela. Cuando me dijo que estaba bien asentí levemente con la cabeza y la solté así se podía acomodar bien. La gente nos miraba al pasar, los mire con cara seria levantando la ceja como diciendo “Que miran?”

- No necesitas nada? Te noto un poco pálida…Estas bien? - Pregunte con mi característica voz gruesa y suave a la vez, era de “poco volumen” pero gruesa. Y me réferi a aquello al verle el rostro, no parecía estar bien, parecía que tenia gripe o algo por el estilo.

Lleve mi mano a mi cabello para corrérmelo un poco del rostro porque molestaba mi visión y entonces dije.- Si quieres te puedo ayudar a llegar a la enfermería…Porque al parecer eres nueva…No te había visto aquí antes - Le dije y luego sonreí levemente, que raro, no era así con la gente…Bueno, en realidad era amable, pero no era mucho de sonreír.

La chica tenía cara de ser nueva en el instituto, no la había visto antes y tenía muy buena memoria. - Ah, por cierto…Me llamo Drew - Dije presentándome amablemente. Me gustaba ser amable con las personas y tratar de dar una buena imagen de mi, aunque no siempre me saliera, pero en fin…Era más como te veía el otro a ti, no la imagen que das. Una forma rara que tienen de vivir los humanos, pero así somos y así convivimos unos con otros.